No creerás lo que realmente significa tener salud mental: Ifigenia te lo revela

Esa noche en la cabeza de Ifigenia rondaron ideas horrendas y sentimientos malsanos. Con el desvelo de sábana, a la mañana siguiente se preguntó frente al espejo ¿estaré loca?. Luego, más turbada de lo normal, asistió a su clase de psiquiatría, una carrera que cursaba, tal vez, para entenderse a sí misma y, en definitiva, para comprender el mundo que la rodeaba.

La carrera le asentaba bien.

No es usual que en el primer día de clases el profesor te pregunte ¿que es salud mental?. A Ifigenia le pasó. Como un mandato del destino, a Ifigenia la tomaron de imprevisto con esa pregunta. De verdad, no se lo esperaba, pues tampoco era la más indicada entre todos los alumnos para responder. Si el profesor hubiese sabido las ideas que perturbaron a Ifigenia la noche anterior, evitaría hacerle precisamente esa pregunta.

Cuando Ifigenia se preparaba para balbucear cualquier frase hecha, un cliché salvador, la clase terminó. El reloj marcaba punto y final. No había más tiempo, ni siquiera para una salvedad. Ahora, Ifigenia tenía la tarea de preparar un escrito para la próxima clase sobre que es salud mental y, de paso, en el camino averiguar si ella estaba en sus cabales. Lo que viene fue lo que descubrió.

¿Sabes que es la salud mental?

Lo primero que hizo Ifigenia fue buscar, por supuesto, el concepto de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Fue en 1946 cuando la OMS definió la salud mental como el “completo estado de bienestar mental, físico y social”.

Definido de esa forma, la respuesta parecía más simple para Ifigenia. Por lo menos podía entenderse como 1.)la ausencia de dolencias y enfermedades en su cuerpo; 2.)hacer el bien en su entorno social (o al menos no obrar mal) y 3.) vivir con pensamientos diáfanos y estables.

La primera y segunda podían disimularse o cumplirse a medias, sin mayores contratiempos, pero Ifigenía sabía que respecto a la tercera ella no aprobaba los requerimientos.

Entonces, tenía la certeza que su búsqueda no estaba resuelta, además porque la humanidad ha sufrido cambios. Con los años el significado de salud mental se ha vuelto más dinámico. Ahora un golpe físico puede doler igual que recibir un emoji de decepción de la persona que amas. Hasta esos detalles pueden incidir en tener mala o buena salud mental.

Además factores como las condiciones sociales, los avances científicos y la amplitud de la cultura postomoderna determinan hoy día el carácter integral de lo que se entiende como salud mental.

Constantes cambios obligan a más promoción de la salud mental

Saber que el concepto cambia de forma constante no es tan perjudicial como que las personas no lo tengan presente, pues hace falta una clara promoción de la salud mental para que la humanidad sepa que es un rasgo distintivo de le evolución humana.

En medio de la promoción de la salud mental, la OMS, entre otras organizaciones, ha observado que algunas poblaciones antes deben desactivar algunos prejuicios y falacias sobre el tema. Eso pasa por educar a la ciudadanía para que cuando escuche la expresión salud mental no crea que es una “enfermedad“.

Es pensar, por ejemplo, que Ifigenia no está loca por querer evaluar su estado de salud mental. Que sus pesadillas y pensamientos suicidas por las noches no son más que el reflejo de una depresión por la muerte de su madre.

Y que en el fondo lo que ella busca, al igual que la mayoría en el mundo, es paz interna. Que no solo puede ser un trastorno, va más allá: se trata de experimentar lo más parecido a la felicidad. De ahí la importancia de la promoción de la salud mental, como una idea más inclusiva, mucho más multifactorial.

Características modernas de la salud mental

Esa recurrente estrella brillante amarilla se asomaba entre blanquísimos algodones en el cielo cuando Ifigenia esperaba sentada en el parque a un grupo de psiquiatras, responsables de una plan moderno de promoción de la salud mental.

Al llegar sobraron las aclaratorias. Los psiquiatras, hechos unas lumbreras, le dijeron a Ifigenia que al concepto de salud mental de la OMS hay que agregarle las consideraciones elaboradas por la Federación Mundial de la Salud, vinculadas a la cotidianidad diaria y a cómo nos relacionamos para afrontar los vaivenes de la vida.

En total, los jóvenes psiquiatras nombraron tres aspectos fundamentales sobre la importancia de la salud mental. Mientras esto ocurría, Ifigenia tomaba nota:

1.) Cómo respondemos a las demandas de la vida

La vida es lo que te ocurre mientras luchas por tus sueños. Siempre habrá inconvenientes, la idea es afrontarlos con firmeza, fe y esperanza. La indiferencia, el desgano y la desmotivación son contrarias a superar las dificultades individuales y colectivas.

Generalmente, las personas con buena salud mental son capaces de enfrentar el futuro y adaptarse con facilidad a las nuevas realidades. También es tomar nuestras propias decisiones, sin perder la apertura mental para nuevas ideas o experiencias.

2.) Cómo te sientes contigo mismo

Si te gustas lo haces, y cómo lo haces. Eso ayuda a aclarar cómo te sientes consigo misma. Si estás haciendo lo que quieres o si hay un sano equilibrio entre tus pensamientos y emociones, en función de lo que te hace feliz.

Es vivir sin tratar de abrumarse con emociones negativas:temor, ira, celos, resentimiento, zozobra, culpa y preocupaciones. El respeto a sí mismo será fundamental para afrontar las situaciones adversas.

3.) Cómo te sientes con los demás

Consiste en cómo armonizar ideales, habilidades y pensamientos con nuestro entorno social. Este factor es clave para valorar la importancia de la salud mental. También es considerado una piedra angular para avanzar a otra fase: la prevencion de la salud mental.

No obstante, esta etapa de la prevencion de la salud mental no aplica si no se avanza antes en total con las tres características de la salud mental.

Nadie está exento

Con toda la información recopilada, sin duda, Ifigenia tiene material para trabajar en su escrito, que casualmente lo presentará en las conferencias de la facultad sobre el día mundial de la salud mental, declarado desde 2013 por la OMS como la fecha para recordar que sobre la base de la salud mental se edifican vidas satisfechas y felices.

El día mundial de la salud mental, además de ser fecha para presentar el trabajo de Ifigenia, también fue propicio para que ella se repreguntara si la investigación le ayudó a saber si estaba loca o no.

Ella cree que no estaba loca, todavía. Los psiquiatras que entrevistó le confirmaron lo que antes era una sospecha. No hay franjas claras que diferencien a una persona que tiene buena salud mental con otra que no. Ella solo puede tener un trance propio de una pérdida de un ser querido. Algo pasajero que no comprometerá su estabilidad psicosocial.

Es más: nadie tiene durante toda su vida una óptima salud mental, siempre habrá altibajos. Y en el caso de Ifigenia la resignación, el renacimiento de la esperanza y el perdón allanarán el camino para aprender a actuar con plena salud mental. Y tú qué dices, ¿tienes buena salud mental?

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