Feliz Día del Médico

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Los médicos son algunos de los profesionales mejor valorados por la sociedad y, ciertamente, no podemos decir que esto nos sorprenda lo más mínimo. Los profesionales sanitarios contribuyen decisivamente a nuestro bienestar, atendiéndonos en los momentos más críticos y ayudándonos, en definitiva, a tener una vida más plena y satisfactoria. Por ello, tampoco es de extrañar que los médicos dispongan de un día en el calendario específicamente destinado a rendirles el homenaje que merecen. Se trata, además, de una fecha que se festeja sobre todo en Latinoamérica, a modo de reconocimiento continental a algunos de nuestros más apreciados servidores públicos.

Las raíces de la fiesta

Por qué un Día del Médico

El Día del Médico se instauró hace casi un siglo por la iniciativa de la Confederación Médica Panamericana. Como viene siendo habitual en este tipo de conmemoraciones, desde la constitución de la efeméride este se utilizó para rendir tributo a uno de los médicos más afamados del continente americano. Hablamos de Carlos Juan Finlay Barrés, facultativo cubano que dedicó buena parte de su carrera profesional a investigar la entonces temible fiebre amarilla. Su labor permitió dar con nuevas y más efectivas formas de enfrentar la enfermedad, contribuyendo decisivamente a la reducción del número de fallecimientos por esta causa.

Un descubrimiento imprescindible

El denodado trabajo de Finlay Barrés tuvo como principal hallazgo la confirmación de que el principal vehículo de transmisión de la fiebre amarilla era un pequeño insecto. Para ser exactos, el mosquito Aedes aegypti se encargaba, con su picadura, de extender la mortífera enfermedad, que se ensañaba principalmente con los más débiles. El médico cubano había nacido un 3 de diciembre de 1833, por lo que esta fecha se adoptó en algunos países para celebrar el Día del Médico (como Argentina, por ejemplo). No sería el caso de México, en donde se conmemora, con idéntica finalidad y solemnidad, cada 23 de octubre.

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El largo olvido del buen médico

En la actualidad, resulta de lo más sencillo glosar las grandes aportaciones de Finlay Barrés y cualquier otro profesional sanitario que ha contribuido a que nuestras vidas gocen de mayor calidad. Con todo, el reconocimiento a este ilustre médico no fue ni mucho menos inmediato. Durante varias décadas, y a pesar de que centenares de miles de personas seguían muriendo por los ineficaces tratamientos contra la fiebre amarillo, el facultativo cayó en el olvido. Habría que esperar hasta finales del s. XIX para que, en una situación de emergencia sanitaria, se diera una oportunidad a las investigaciones del sanitario cubano.

La discreción del pionero

El hecho de que los postulados defendidos por Finlay Barrés en sus estudios fueran, finalmente, apreciados y aplicados, no convirtió a su autor en un ídolo de masas, al menos en ese momento. Las autoridades cubanas, recientemente, independizadas de la Corona España con la ayuda estadounidense, prefirieron que fuera un médico anglosajón, William Crawford Gorgas, quien se encargara de llevar a la práctica las teorías de Finlay Barrés. A este no solo no le importó que quedar relegado a funciones propias de un asesor sino que colaboró activamente con las comisiones en las que se requirió su presencia. Y es que, el buen médico no solo trabaja para mejorar la vida de los demás. Lo hace con discreción y sin esperar que multitudes agradecidas se agolpen en su puerta.

La función social del Día del Médico

Los médicos del s. XXI

El Instituto Mortaji está convencido de la necesidad de fomentar la formación de los médicos más allá de los estudios universitarios básicos. Nuestra filosofía de trabajo nos lleva a actualizar permanentemente la oferta de cursos que los profesionales de la medicina y quienes empiezan ahora sus estudios pueden encontrar en nuestra web. Hay que tener presente que las investigaciones médicas modifican continuamente los horizontes que contemplaban las teorías anteriores. Así, los profesionales del sector tienen que seguir el ejemplo de Finlay Barrés para buscar nuevas soluciones a viejos (y nuevos problemas).

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Trabajo por y para la sociedad

El médico no es comprensible sin volcar sus esfuerzos en pro del bien común. El ejemplo de Finlay Barrés debería inspirar a los futuros facultativos, muchos de los cuales están realizando o han realizado algún curso gestionado por el Instituto Mortaji. No perdamos la perspectiva de que los conocimientos teóricos y técnicos son imprescindibles pero la altura moral de los profesionales de la sanidad también debe cultivarse. Inculcar estos valores es de capital importancia para los aspirantes que, a no mucho tardar, realizarán las exigentes pruebas del Enarm (Examen Nacional de Residencias Médicas). Cuando estos profesionales lleguen a sus destinos en diferentes hospitales mexicanos, deben guardar, por encima de todo, la ética y la voluntad de servicio público.

El Día del Médico como homenaje a la medicina

Más allá de Finlay Barrés

El recuerdo del célebre médico cubano estará muy presente cuando el próximo 23 de octubre se celebre el Día del Médico en México. No será, sin embargo, la única idea que flotará en el ambiente. Al homenajear a Finlay Barrés lo haremos también a millones de profesionales médicos, anónimos en su inmensa mayoría, que están, literalmente, trabajando por nuestra salud. El Día del Médico se celebra en México desde 1930, siendo uno de los primeros países que adoptó esta festividad. Como curiosidad, en nuestro territorio la conmemoración no se realiza el 3 de diciembre (fecha del nacimiento de Finlay Barrés) como en otros países. Ello se debe a la intención de hacer coincidir la celebración del aniversario de la creación del Establecimiento de Ciencias Médicas, institución clave en la enseñanza médica.

El Instituo Mortaji se suma a las celebraciones

Como organización volcada con la enseñanza y la formación de las próximas generaciones de médicos, el Instituto Mortaji celebra con especial sentimiento el Día del Médico. Así, aprovechamos la ocasión para felicitar a todos los facultativos en ejercicio y a quienes seguirán su estela a no mucho tardar tras superar el Enarm.

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