Al adentrarnos en el mundo de la medicina, observamos que se trata de una disciplina que ofrece distintas vertientes. Apareciendo puntos llamativos, como la cirugía o la medicina preventiva, y puntos más básicos, como la expedición de documentos informativos sobre el estado de salud del paciente. Es en este punto donde haremos hincapié en este artículo. Concretamente en el certificado médico, su definición y la importancia de contar con él en determinadas situaciones.

Definición general de certificado médico

Se trata de un documento, tramitado por el médico, que recoge datos sobre la salud o enfermedad del paciente en cuestión. Demuestra que la información es cierta y que la persona que lo solicita está capacitada, o es apta, para realizar las funciones que se le requieren. A qué nos referimos con esto. Por lo general, son normas legales las que determinan la petición de un certificado médico. Normas que exigen a los ciudadanos que presenten este documento para acreditar situaciones legales o datos personales (como pueden ser un nacimiento, una defunción o estados psíquicos); o para optar a determinadas actividades, servicios o beneficios de carácter privado o público.

La importancia de trabajar bajo responsabilidad legal

La emisión de certificados médicos se ajusta a las reglas de responsabilidad profesional, debido a la trascendencia legal de este acto. Los pacientes tienen derecho reglamentario a obtener certificados que acrediten su estado de salud, siempre que estos se atengan a datos veraces y no a complacencias por parte del médico. Es decir, están prohibidos, ética y legalmente, los certificados que carecen de datos o pruebas que impiden garantizar la información que se desea acreditar.

La carencia de verdad o exactitud supone responsabilidad penal y civil, siendo obligatorio reparar el daño ocasionado. La emisión de certificados con contenidos falsos constituye una infracción deontológica. La cual es sancionable según se establece en los Estatutos de la Organización Médica Colegial. Por ello, es indispensable que el facultativo investigue y se cerciore de que todos los datos que certifica son auténticos y veraces. Debe ser una investigación a conciencia y carente de suposiciones.

¿Qué debo hacer?

Estos documentos deben entregarse únicamente al demandante, a la persona o institución legal que lo ha solicitado, o a aquella que ha sido autorizada por el propio paciente. No tienen un destinatario concreto. En algunos casos, incluso puede que el destinatario final no sea el mismo que el indicado por el paciente inicialmente. De ahí que sea imprescindible transmitir un contenido franco, evitando cualquier tipo de certificado complaciente.

El derecho del que dispone el paciente para que se le faciliten certificados que acrediten su estado de salud, deriva en la obligación del facultativo a emitirlos. No obstante, el médico debe recordar que el derecho va asociado con la certificación y no con el contenido del documento, por lo que no puede describir una dolencia concreta a la que el paciente haga referencia. En este sentido, el facultativo debe centrarse en los datos que han sido demostrados de manera objetiva, indicando en el documento que se han obtenido mediante su observación directa, separándolos de aquellos relatados por el paciente.

El certificado médico sólo puede ser expedido por médicos colegiados. En el caso de certificaciones que no financia la Seguridad Social, es decir, centros privados. Es recomendable que el médico emisor sea colegiado con ejercicio libre.

Características generales de los certificados

El certificado debe ser remitido en un impreso publicado por la Organización Médica Colegial, el cual consta de una serie de apartados. Entre ellos, un encabezado que recoge el nombre del Colegio de Médicos que lo expide y su sello, el centro de trabajo, y el nombre completo y número de colegiado que identifican al médico que lo redacta. El facultativo debe ser miembro del colegio en concreto que se indica en el encabezado. En caso contrario, el documento sería ilegal. El siguiente apartado sería el cuerpo o parte expositiva, donde aparece el nombre completo del paciente, con su DNI, y una exposición de la realidad certificada. La parte final corresponde a la fórmula final, donde se recogen el lugar y fecha de expedición del documento, y la firma del médico. Además, el certificado debe estar numerado en la parte superior derecha que actúa como reseña del mismo.

¿Por qué necesito un certificado médico?

Actualmente, son muchas las empresas las que piden este tipo de certificados como paso final antes de pasar a formar parte de su plantilla. De este modo, se garantiza que el nuevo trabajador consta de unas condiciones físicas que se adaptan a las labores a realizar. Por lo que es esencial contar con este documento si tienes idea de comenzar un nuevo empleo.

Por otro lado, para obtener o renovar el carnet de conducir, conseguir un permiso de armas, o para realizar pruebas de oposición, se exige este reconocimiento médico. Comentar que en el caso de oposiciones no siempre es necesario este documento, pero es un caso en el que podría ser necesario.

Destacar que en situaciones de personas que realizan deporte profesional, es cada vez más frecuente la solicitud de estos certificados. Sin embargo, no se realizan en el ámbito de la Atención Primaria por falta de datos o pruebas que confirmen la información solicitada por el paciente. Además, en estas circunstancias específicas suele precisarse la realización previa de pruebas y reconocimientos adicionales para su veracidad.

Validez del documento

Llegados a este punto, debemos remarcar que la duración de los certificados médicos es temporal. La garantía del estado de salud del solicitante es válida únicamente para el momento en el que se realizan las pruebas. En algunos casos, se pide que el certificado haya sido expedido dentro de un periodo. Pudiendo ser este de unos 15 días, por ejemplo. En conclusión, el certificado sirve para acreditar un estado de salud actual y contemporáneo, lo que se reflecta en las fechas de petición y expedición del documento.